¿Y si no darle presencia a tu parte creativa, a tu artista también apagó tu liderazgo interno?
Emprender con balance no es una técnica, es una forma de estar.
Cuando creamos con el corazón, lideramos desde un lugar auténtico.
Volver a crear es volver a confiar en nuestro propio ritmo y sabiduría, es liderar nuestra energía y nuestras decisiones.
¿Te ha pasado que en algún momento de tu vida te alejaste de esa parte creativa, libre y apasionada que te hacía sentir viva?¿o tal vez te ha pasado en varias ocasiones?
Quizás fue cuando la vida se volvió una carrera.
Cuando empezamos a seguir caminos que “tenían sentido” para los demás, pero no para nosotras.
Y sin darnos cuenta, fuimos silenciando esa voz interna que quería expresarse, jugar, imaginar, ser…
Nos enfocamos en lo que se veía bien por fuera, aunque algo dentro de nosotras se sintiera apagado. Lo más probable es que, en ese momento, ni siquiera lo notamos. Pero cuando esa voz interna empieza a incomodar, es un regalo —aunque por momentos duela— porque nos está diciendo que por ahí ya no es. Lo sé, yo también he estado ahí.
Pero el liderazgo real —el que nutre, sostiene y da sentido— no nace del control.
Nace de la conexión.
Y la creatividad es una de las formas más profundas de volver a nosotras.
Cuando no le damos espacio a esa parte nuestra que quiere crear, también perdemos claridad.
Nos desconectamos de nuestro ‘para qué’, y comenzamos a movernos por obligación, por presión, por costumbre… solo con la mente. Y así, poco a poco, se va apagando ese fuego interno que nos enciende.
¿Qué sientes cuando te hablo de un emprendimiento que no solo salga de la mente, sino que lo sientas con el cuerpo, con el corazón, con las tripas? Eureka… ahí también participa tu parte artista
La creatividad no es un lujo.
Es una necesidad vital.
Es ese canal que nos permite habitar nuestra verdad, liderar desde el alma y ofrecer al mundo algo con sentido, por algo tendremos un cuerpo ¿no crees?.
Volver a crear no siempre significa hacer grandes cosas.
A veces es volver a cantar en la ducha, a escribir sin filtro, a cocinar con intención, a decorar con belleza, a imaginar otras formas de vivir, a nutrir nuestro interior porque así conseguimos claridad mental, certeza interna y conexión.
Crear es recordar.
Y cuando recordamos quiénes somos, también recuperamos el poder de elegir desde el amor y no desde la exigencia. Y aquí vale y se permite ser exigente con nosotras por momentos, equivocarnos y aprender, volver a perdernos de nuestra parte artista y volver a encontrarla, seguimos siendo humanos en un mundo que va deprisa.
Escribo estas palabras desde el “nosotras” porque también me lo recuerdo a mí misma, cada día.
Porque venimos de una educación donde durante tanto tiempo aprendimos a dejarnos para el final…
Y es posible que, volvamos a caer en ese patrón.
Por eso es tan importante tener herramientas para volver a ti, a tu centro, a tu creatividad.
Emprender desde el alma es también una forma de sanar, de liderar con propósito, y de crear un mundo más humano y consciente.
Y desde aquí emprender, hacer de nuestro trabajo nuestro servicio, respetando nuestro momento vital, para no caer constantemente en lo que nos desconecta, en lo que nos apaga, en lo que solo aparenta sin sostener.
Si sientes que tu emprendimiento necesita nacer o crecer desde tu verdad, desde tus valores y respetando el momento vital en el que estás, y tienes el compromiso para ello, estoy aquí para acompañarte en ese camino. Escríbeme.
Como siempre digo, quédate con lo que te suma y simplemente suelta lo que no resuena contigo. No tenemos que coincidir en todo y no estoy aquí para eso. Soy una pequeña parte de este Gran Universo, compartiendo una pequeña parte de mi hacia ti, dejando libre todo lo demás. Caminemos ligeras.